Los sarcófagos antropoides de Cádiz (Cádiz, España)

Detalle de los sarcófagos

En 1887 se produjo de forma casual en Cádiz, el hallazgo del  sarcófago  masculino en un lugar llamado ‘Punta de la Vaca’. Fue un descubrimiento de tanta importancia por su rareza y singularidad que aquello motivó la fundación de un museo para alojarlo. Los hallazgos de origen púnico  que certificaban la importancia de la colonia fenicia de Gadir, la ciudad más antigua de occidente continuaron  engrosando aquel primitivo museo. Por supuesto, aquello atrajo a reputados arqueólogos.  Uno de ellos fue Pelayo Quintero Atauri, quien estaba convencido de la existencia de un sarcófago femenino similar al hallado en ‘Punta de la Vaca’. Buscó, y excavó, por toda la ciudad. Hizo importantes descubrimientos acerca de yacimientos fenicios y romanos pero no encontraba lo que estaba buscando. Pelayo Quintero se obsesionó con la ‘Dama de Cádiz’ hasta el punto de soñar con ella todas las noches. Resignado, el arqueólogo abandonó  la lucha y se marchó a Tetuán en 1939. Pasaron muchos años tras la muerte de Pelayo Quintero hasta que el 26 de septiembre de 1980, una excavadora tropezó con un gran mármol. Se trataba de un sarcófago antropoide femenino. Era la pieza que tanto había buscado el genio loco de Quintero. Lo increíble de esta historia es el lugar donde fue hallado: ¡La cama donde Pelayo Quintero noche tras noche soñaba con su ‘Dama de Cádiz’ se hallaba justo unos metros por encima de donde reposaba aquella noble fenicia!

El sarcófago masculino es una pieza de mármol del siglo V a.C.  en  cuya tapa se representa a un hombre barbado con una  túnica bajo la cual asoman los pies . Sostiene en una de sus manos una granada, labrada en la tapa. Seguramente habría otros detalles que estarían pintados. Dentro se encontraba un esqueleto y restos de armas.
En cuanto a la llamada ‘Dama de Cádiz’, el sarcófago femenino, es similar al masculino. Se trata de una mujer de aspecto joven. Lleva un vestido liso sin muchos detalles por lo que se supone que todos los complementos decorativos seguramente estaban pintados como se aprecia por restos de policromía de color rojizo que aún se aprecia en el cabello. Su mano derecha está abierta mientras que la izquierda sostiene un alabastrón alargado. Dentro del sarcófago se encontraron restos de huesos diseminados sobre una base de tierra negruzca.
Uno podría considerar debido a la similitud de ambos sarcófagos que ambos podrían representar una pareja de la misma época. Pero no debemos confundirnos: El sarcófago femenino, también del siglo V a.C. es 70 años anterior al masculino. Lo que sí está claro es la pertenencia a una clase noble y a la importancia de Cádiz o Gadir como centro neurálgico en el mundo púnico y en el Mediterráneo en aquella época.

Ambos sarcófagos en su ubicación en el Museo de Cádiz

Detalle del sarcófago femenino