El milagro de Mosta (Mosta, Malta)

Réplica de la bomba 
Una particularidad de Malta; ese pequeño pero muy interesante estado del Mediterraneo, es la grandiosidad de sus iglesias. Debido a su enraizado sentimiento católico o quizás a la herencia de aquellos gigantes que construyeron los templos megalíticos (De ahí el nombre del templo de Ġgantija ) Por pequeña que sea la localidad, la parroquia del lugar es inusualmente desproporcionada en tamaño con relación al resto de la población.
Una de estos esplendidos templos es la la iglesia parroquial de la Asunción, más conocida como Rotonda de Mosta (Ir-Rotunda tal-Mosta en maltés). Lo primero que destaca en ella es su impresionante cúpula que en su día llego a ser la tercera más grande del mundo. La iglesia, de estilo neoclásico fue terminada en 1860. En la década de 1830, los residentes de Mosta recaudaron los fondos para la construcción de una nueva iglesia en el sitio de la existente de 1614 en estilo renacentista, (que les debió parecer pequeña) y se llevó a cabo de tal manera que la nueva estructura surgió alrededor de la antigua que posteriormente fue demolida. Esto aseguró que siempre habría una iglesia para orar. Diseñado por Giorgio Grognet de Vassé, está bellamente decorado en tonos de azul, dorado y rojo. Después de 27 largos años de construcción, la iglesia fue oficialmente consagrada en el año1871.
El diseño de la cúpula está inspirado claramente en el Panteón de Agripa de Roma y es impresionante tanto por fuera como por dentro donde se pueden observar unos bellos diseños geométricos.
Pero siendo un lugar interesante para visitar, que lo es; aquí lo  que queremos buscar es el lado curioso o más bien extraño del lugar. Porque raro es que una bomba de media tonelada caiga sobre una iglesia abarrotada y no mate a nadie (!!)
Era el 9 de abril de 1942, en plena II Guerra Mundial. Malta, entonces era una colonia británica  que estaba en el punto de mira de Hitler y por tanto constituía un objetivo militar y geoestratégico de cierta importancia. Ese día 300 personas estaban sentadas, en el interior de la iglesia, esperando que comenzara la misa cuando una bomba de 500 kg lanzada por la Luftwaffe alemana perforó la cúpula, chocó contra la pared y rodó por el suelo hasta que se detuvo, todo ello sin tocar un pelo de ninguno de los feligreses. Felizmente no detonó, al igual que las otras dos bombas que cayeron en el exterior.
Los expertos en bombas desmontaron el explosivo y lo desecharon en el mar, no sea que le diera por explosionar. Los malteses consideraron aquello, como no podía ser menos, un verdadero milagro. Hoy se puede ver una réplica de la bomba en una sacristía en la parte posterior de la iglesia.
La cúpula perforada por la bomba arrojada por la aviación alemana




Interior de la iglesia
vista exterior de la imponente iglesia de Mosta

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