La estatua "calida" de Margaretha Krook (Estocolmo, Suecia)
Margaretha Krook era una de las actrices más populares en su país, Suecia. Tal vez era la actriz más popular. Solía leer, retransmitido por la televisión sueca un poema de Alfred Tennyson todas las noches de Año Nuevo. Protagonista de un buen puñado de películas desde los años 50 hasta finales del siglo XX así como apariciones estelares en radio y televisión; fue sin embargo su carrera teatral donde destacó de manera más notable, fue en teatro donde representó papeles en su mayor parte dramáticos, pero también cómicos.
El Teatro Real Dramático, conocido como Dramaten, era su segunda casa.Allí es donde representó sus mejores papeles y se convirtió en toda una eminencia. Era una actriz tan querida y reconocida, que su teatro quiso dedicarle una estatua en vida. Sin embargo, Margaretha declinaba tal homenaje. Ella decía que las estatuas "eran frias y poco atractivas". En 2001, la muerte sorprendió a Margaretha aún en activo. El teatro quiso entonces erigirle su estatua, pero al mismo tiempo quería respetar su deseo. Si las estatuas eran frías para Margaretha, ¿Por qué no hacer una estatua caliente?.
La estatua de la actriz, está situada en una esquina del Dramaten. Es en la misma esquina donde solía fumarse un pitillo antes de la función. En un principio, el monumento de bronce y de tamaño natural, parece uno de esos que están integradas en el ambiente de cualquier ciudad. Pero tiene una singularidad: ¡No es una estatua fría!. Los organizadores del homenaje, para no contrariar a la Krook aun después de su muerte, se les ocurrió mediante un giro teatral (nunca mejor dicho) incorporar a la imagen una resistencia en su interior. La escultura, por tanto está "calentita", de un modo literal Tal vez por ello, en los días fríos de la capital sueca, recibe tantos abrazos y la gente frota con placer su cálido vientre.
El Teatro Real Dramático, conocido como Dramaten, era su segunda casa.Allí es donde representó sus mejores papeles y se convirtió en toda una eminencia. Era una actriz tan querida y reconocida, que su teatro quiso dedicarle una estatua en vida. Sin embargo, Margaretha declinaba tal homenaje. Ella decía que las estatuas "eran frias y poco atractivas". En 2001, la muerte sorprendió a Margaretha aún en activo. El teatro quiso entonces erigirle su estatua, pero al mismo tiempo quería respetar su deseo. Si las estatuas eran frías para Margaretha, ¿Por qué no hacer una estatua caliente?.
La estatua de la actriz, está situada en una esquina del Dramaten. Es en la misma esquina donde solía fumarse un pitillo antes de la función. En un principio, el monumento de bronce y de tamaño natural, parece uno de esos que están integradas en el ambiente de cualquier ciudad. Pero tiene una singularidad: ¡No es una estatua fría!. Los organizadores del homenaje, para no contrariar a la Krook aun después de su muerte, se les ocurrió mediante un giro teatral (nunca mejor dicho) incorporar a la imagen una resistencia en su interior. La escultura, por tanto está "calentita", de un modo literal Tal vez por ello, en los días fríos de la capital sueca, recibe tantos abrazos y la gente frota con placer su cálido vientre.
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Margaretha Krook y su "calida" estatua |
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