Un dermatólogo en la corte de Carlos IV (Madrid, España)

La familia de Carlos IV (cortesía Museo del Prado. Dominio Público)


Sorprende que Goya siendo tan descarnado al retratar a sus modelos, fuera elegido como pintor de la Corte. Tal vez su prestigio le permitiera tomarse ciertas licencias en los encargos que realizaba; aunque también es posible que a muchos de sus modelos no les encantara el resultado final, pues al "desnudar"  física y psicológicamente a todos los miembros de la corte, de alguna manera también sacara a flote esos defectos o intimidades tan poco favorecedores. Tal vez sea esta la razón por la que en "la familia de Carlos IV", el cuadro al que nos referimos, a estas alturas, hoy en día, aún no se haya finalizado. En efecto, en esta monumental obra pintada en el año 1800 en el Palacio de Aranjuez y en la que Goya se autorretrata imitando a Velázquez en "Las Meninas", uno de los personajes, en realidad "no aparece". Se trata de la futura esposa del heredero al trono, que más tarde reinaría como Fernando VII, el tercero desde la izquierda. Como puede verse, la dama situada en quinto lugar a partir de la izquierda, está mirando hacia un lado, impidiendo que se le vea el rostro. La razón de ello, es que no aun no se conocía el nombre de esa candidata y se pensaba pintar su rostro cuando fuera oficial, algo que al final no se hizo. Pero, siendo curiosa, no es esta la rareza a la que me quiero referir...
El diario madrileño La Razón se hacía eco el pasado 14 de septiembre de un artículo del doctor Laurens R. White de San Francisco (California) publicado en 1995 en la revista Western Journal of Medicine . En dicho articulo, titulado "Lo que el artista ve y pinta", su autor se refiere a este famoso cuadro de Goya  y revela un detalle concreto sobre uno de los personajes que tal vez se nos haya pasado desapercibido  Se trata de la hermana del rey, Doña María Josefa Carmela de Borbón y Sajonia (1744-1801), a la que todos llamaban "Pepa" y que aparece en la escena como el cuarto personaje, justamente situado entre los anteriormente mencionados: Fernando y "su futura esposa". Al aumentar la imagen de la aludida infanta Doña Josefa, observamos que  presenta una gran mancha oscura en su sien derecha. A juicio del doctor White podría tratarse de un melanoma lentigo de tipo maligno. Es decir, un cáncer de piel en toda regla, de antes, de ahora, de siempre... En su estudio comenta que "...en su sien derecha hay un gran tumor negro, probablemente surgiendo un melanoma, en lo que seguramente era un lentigo maligno, pudiéndose ver los bordes elevados de este tumor" argumentando que a diferencia de otros pintores que ofrecían en una suerte de  photoshop idealizado en los retratos de los personajes de la corte, Francisco de Goya se permitía el lujo de resaltar los defectos de aquellos que se dejaban posar por él: " Una de las razones por las que Goya es uno de los más grandes pintores del mundo es porque en sus retratos lo reflejaba todo, con tanta fidelidad, que era capaz de pintar un cáncer en una princesa real". Mª Josefa de Borbón, ciertamente poco agraciada, es retratada sin ninguna compasión y es por ello es muy probable que Goya no dejara pasar por alto ese lunar que presentaba en su sien derecha. Lo que si sabemos es que un año y medio después de posar para este cuadro, la hermana del rey falleció. La causa bien pudiera ser debida a este melanoma.
Pero otros especialistas piensan de distinta manera y argumentan que en aquella época estaba muy de moda llevar en la sien un parche negro que solía ir impregnado de resina de un árbol procedente de América, la tacamaca, muy aromático y que además solía utilizarse para combatir el dolor de cabeza. El doctor Francisco Doña de la Universidad de Cádiz comenta que en otros cuadros de Goya ya aparecían esos parches. En concreto, aparecen en la sien derecha  de la reina Maria Luisa de Parma en una obra expuesta  también en el museo de El Prado realizada en 1790 y otro de 1797 en la Hispanic Society de Nueva York y en la que observamos a  Cayetana de Silva, duquesa de Alba, que también luce un lunar en su ceja derecha. También se une a esta tesis, la doctora Olga Marqués, que a través del rotativo madrileño, afirma que estas manchas se han interpretado como queratosis seborreica, pero que en realidad se trataba de "un parche de terciopelo o seda negra que llevaban como adorno en la sien".
Sin entrar a debatir las tesis de tan insignes doctores (de uno y otro bando) y sin profundizar sobre el aspecto médico que en absoluto domino, si que me atrevería a aportar mi pequeña perspectiva sobre el asunto, puesto que veo ciertas disonancias entre los tres casos propuestos. En los retratos de Maria Luisa de Parma y de Cayetana de Silva, si que se observa que pueden ser los aludidos parches,  puesto que en uno y en otro caso se observa que son perfectamente redondos, con el borde bien marcado  y de evidente color negro, algo que no sucede en el caso de Mª Josefa de Borbón. Aquí nos encontramos una mancha oscura pero no tanto  como en los casos expuestos. También es perceptible, que no es tan redondeada, ni sus bordes tan definidos. Otro aspecto que me llama la atención es que en los anteriores casos, la mancha o parche están perfectamente situados en la sien. En un caso medio oculto por la peluca y en el otro llegándose a juntar con unas larguísimas cejas, pero menos adelantado hacia la orbita ocular como sucede en la hermana del rey. Si fuera un parche, en su caso no sería muy estético. Pero claro, esa es mi opinión. Ya se sabe: Sobre gustos, los colores... Pero en un caso u otro, no creo que Pepa estuviera muy preocupada, puesto que en aquellos tiempos, es improbable que se tuviera mucha información acerca de la peligrosidad de un melanoma. Curiosamente en el Museo se sigue opinando que la supuesta mancha es un parche pues en la misma sala existe uno de los bocetos de Goya para La familia de Carlos IV, fechado en 1800 en el que aparece la infanta Josefa y en la información que acompaña al lienzo se expone que: "Una pluma de ave del Paraíso adorna coquetamente su tocado, y lleva un lunar postizo sobre la sien, en 1800, ya pasado de moda" La mancha mortal  estaba allí donde tenía que estar y al menos, la pobre pero coqueta infanta no desentonó demasiado mientras estuvo a la moda, posteriormente, y aunque no "estaba en la onda", al menos no se le tendría en cuenta su "desfasado" gusto porque ya no era joven. Quizás por ello, no nos hemos enterado hasta ahora que el avispado doctor Laurens R. White se ha percatado de este pequeño detalle. 
 
Detalle ampliado donde se observa la mancha negra
sobre la sien derecha de Mª Josefa de Borbón (fuente: Museo del Prado. Dominio Público.)

Parche de tacamaca en la sien izquierda de la reina Maria Luisa de Parma
(Fuente: Museo del Prado. Dominio Público )

La duquesa de Alba presenta un parche similar en la sien derecha
(Fuente: Wikipedia, creative commons)

Arrtículo del diario La Razón (Foto del autor)



boceto para La Familia de Carlos IV
que se expone en la misma sala que cuadro principal

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