Buscando la más estrecha


En un reciente viaje a Oporto descubrí casi por casualidad la que llaman la Casa Escondida. Como su nombre indica, su presencia pasa desapercibida entre dos iglesias, la de las Carmelitas Descalzas del siglo XVII llevado por monjas y la Iglesia del Carmen que este caso embargo alojaba a monjes carmelitas. La imponente vista del conjunto hace que muchas personas pasen por alto una pequeña, y sobre todo estrecha finca que separa ambos templos. Aunque aún no he encontrado la medida exacta (alrededor del metro y medio) parece ser que tiene el curioso récord de ser la casa más estrecha de Portugal. La vivienda se puede visitar y a la vista de las fotografías que se encuentran en la Red, es cierto que su acogedor interior es más amplio de lo que cabría pensarse. La razón de la existencia de este inmueble es la aplicación de una antigua ley que impedía que las ordenes monásticas de distinto sexo colindaran entre sí. Suponemos que para evitar la tentación de abrir una tentadora y pecaminosa puerta entre los dos templos. 

La "Casa Escondida"

Interior de "la Casa Escondida"

Al volver del país vecino, me entró la curiosidad de buscar otras casas tan estrechas o más que ésta. Por ello busqué la que ostentaba este título de mi ciudad natal, Madrid. En una de las fuentes se aseguraba que la casa más estrecha de Madrid era aquella donde vivió el insigne dramaturgo Pedro Calderón de la Barca y que se encuentra en la Calle Mayor 61. Con una fachada de 4 metros y 36 centímetros de ancho sólo  permitía que tuviera un único balcón por lo que ya en el siglo XVII era conocida como "la casa estrecha". Debido a su mal estado estuvo a punto de ser demolida en el siglo XIX, pero gracias a la perseverante mediación del escritor Mesonero Romanos, que llegó a pasar una noche entera velando en la fachada, consiguió que la opinión pública y la prensa de la época le apoyase (se dice que logró la intercesión de la Reina Isabel II) evitando, no sólo la demolición del inmueble, sino que además permitió al propietario que ampliara su altura en dos pisos.  

La casa de Calderón en la Calle Mayor, 61

Detalle de la puerta

Pero no es la casa de Calderón con sus 4,36 metros la más estrecha de Madrid. Hay otras tres que la superan: La tercera del ranking la encontramos justo dos números antes, en el 57 donde encontramos un edificio cuyo bajo ocupado por una tienda de bisutería ocupa todo el ancho de la calzada. Una pequeña placa en la fachada escrita en español e inglés nos indica que "Este es el edificio más pequeño de Madrid". En realidad sus 3,68 metros siguen siendo demasiado "anchos". Cerca de allí en la calle Postas, 6 existe un establecimiento fundado en 1867 que vende también bisutería pero en este caso se ha reinventado, buscando más al turista despistado que al público más castizo y además beato, pues antes se dedicaba a la venta de artículos religiosos. Sobrinos de Pérez ya fue nombrada por Galdos en su novela Fortunata y Jacinta  El inmueble mide en su fachada unos exiguos 3,12 metros. Desde la puerta podemos observar una escalera de caracol que sube al piso superior en el que curiosamente se mantiene el antiguo nombre del establecimiento en su fachada. 


El edificio de Mayor, 57. El tercero más estrecho de Madrid.


En Mayor, 57 un cartel bilingüe intenta atraer la atención del turista ávido de records.


El inmueble de Postas, 6 ocupa el segundo lugar en el ranking madrileño

Pero en este ranking madrileño, el mérito correspondería, según afirma El Diario.es, al número 24 de la calle San Vicente Ferrer, que cuenta con tan sólo 2,40 metros de anchura. Según fuentes de este mismo diario digital, la parte de abajo es un almacén al que se puede entrar por esta misma calle, pero no a los pisos superiores a los que se accedería por el número 23 de la calle de la Palma y que son propiedad de una única persona. A pesar de las aparentes estrecheces del inmueble,    entre éste y la entrada por la calle Palma, 23, existe un amplio jardín de 354 metros cuadrados con piscina. 

La casa de Malasaña con 2,40 m de anchura presume de ser la más estrecha de Madrid

Llegados a este punto cabría preguntarse cual es la casa más estrecha de España y buscando en Internet descubrí que ésta se encuentra en Valencia. La sorpresa llega al asegurar que La Estrecha como es denominada (con razón) es además la más idem de Europa. No es que cogiera un AVE para correr a verla, es que tenía previsto un viaje a la ciudad Che y desde luego La Estrecha sería parte destacada de mi viaje.

Pero antes es necesario aplicar criterios razonables para aplicar el calificativo de más estrecha de Europa a la casa valenciana. Según la web norteamericana  Atlas Obscura que registra los lugares más curiosos, singulares, ocultos o bizarros del mundo, deberíamos aplicar el summun de la estrechez a la Casa Keret en Varsovia (Polonia) que con sus 0,92 metros en la parte más exigua, la convertirían en la más estrecha, no sólo de Europa, sino del mundo. Fue construida por el arquitecto polaco Jakub Szczęsny y debe su nombre a Etgar Keret,  un cineasta israelí a quien Szczęsny le pidió que fuera el primer inquilino de la casa. El hecho de ser construida Ad hoc y tratarse más de una instalación artística que una verdadera vivienda, desprestigiarían a la casa Keret para ser considerada "la más estrecha". Pero hay un condicionante que debe ser tenido aún más en cuenta: Pues si bien es cierto que su cota de estrechez en alguna parte no llega al metro, en su parte más ancha según Wikipedia alcanza un metro y medio.   
 
La casa Keret vista desde la calle.
(fuente Wikipedia De Panek. trabajo propio Creative Commons)

Otro de los lugares donde pueden verse casas muy estrechas es en Amsterdam y aquí vemos que la picaresca no es una costumbre únicamente española pues debido a los altos impuestos que gravaban las viviendas a razón de las medidas de sus fachadas, hizo que algunos de sus habitantes las construyeran exiguas pero igualmente profundas con fin de evadir el fisco. Así encontramos casas como la del número 26 de la calle Kloveniersburgwal, con 2,44 metros de ancho, construida en 1660 y conocida como la Kleine Trippenhuis, es decir la Casa del Cochero del señor Trip. Se dice que el tal cochero exclamó al ver una gran casa señorial: "Dios mío, yo ya estaría contento con una casa tan estrecha como la puerta de aquélla de mi señor" y el señor Trip le construyó literalmente lo que el pedía. Más delgada aún es la que está situada en el número 22 de Oude Hoogstraat con sólo 2,02 metros y que suponemos que por su reducido tamaño en metros cuadrados es considerada la más pequeña de Amsterdam . Pero si buscamos la que ha sido considerada como la más estrecha, al menos de Europa, es la del número 7 de la calle Singel en Amsterdam que con un sólo metro de anchura presume de poseer este record. Pero como en el caso de la casa polaca, aquí también hay que considerar una objeción importante: Ciertamente hay una fachada que mide esos escasos 100 cm pero en este caso se trata de la parte trasera del edificio, pues la parte delantera es bastante más ancha.
                                                                                                   
La casa Singel, 7 en una imagen de 1950
(Fuente Flickr, creative commons)
 
Pues con todos estos datos, es tiempo de volver a Valencia donde se encuentra una muy flaca y delgada casa de cinco alturas que de no estar flanqueada por edificios de altura similar nos sorprendería,  como Don Quijote su triste figura. La anchura de la fachada es de un raquítico 1,07 metros de altura y teniendo en cuenta los condicionantes de las estrechas casas holandesas, portuguesa y polaca, me atrevería a decir que su escasa amplitud, que se mantiene más o menos pareja en todo el edificio, es no sólo la mas estrecha de España y de Europa y quizás del mundo. Su nombre y tipografía la vemos con el mismo nombre, diseño y carácteres del local de al lado, por lo que no es casualidad que se trate del mismo dueño. Hay que ser honesto y admitir que nuestra casa valenciana también tiene su truco y es que a pesar de la apariencia externa en la que se conserva su fachada, el interior está unido al local
anteriormente mencionado. 
La razón de existir de este inmueble es la misma que las casas de Amsterdam, es decir: a más superficie más impuestos, aunque para ello uno tenga que desechar la dimensión ancho y apostar por el largo y el alto. Este es el caso de Valencia. Parece ser que una sola familia vivía aquí y una escalera de caracol unía los diferentes pisos que aquí eran las distintas habitaciones. Es decir: la primera planta era el comedor, la segunda el cuarto de baño, la tercera un dormitorio... Una antigua vecina del inmueble solía recordar que cuando era niña y tuvo que celebrar su Primera Comunión, tenía que vestirse afuera porque no podía salir por la estrecha (como toda la casa) puerta principal. Suponemos que aquella familia se cansó de estrecheces y en una etapa posterior la casa tuvo otros usos, más allá de la de ser una vivienda. De tal modo la planta baja pasó a ser una joyería (sin escaparate) y los pisos superiores fueron utilizados como un burdel en el que quizá los clientes obesos no tenían cabida (literalmente) En la actualidad La Estrecha es un atractivo turístico más de la ciudad, especialmente entre turistas extranjeros, donde es más conocida y valorada que 
entre los propios valencianos. Retratarse en la puerta de 1,07 metros de la esbelta casa es un anhelo de cualquier turista extraño que se precie. 



   




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