El desconcertante recibimiento a Enrique el León (Schwerin, Alemania)

Enfrente de la catedral, en la plaza del mercado de la encantadora ciudad de Schwerin, hay un extraño monumento que muestra a un orgulloso león que parece vigilar la ciudad sobre el pilar en el que está encaramado. El león de Brunswick es la representación de Enrique duque de Baviera y Sajonia que vivió en el siglo XII y fue el fundador de la ciudad en 1160. Cada lado del monumento muestra curiosas escenas asociadas con Enrique el León, aunque una de ellas nos llama especialmente la atención, ya que muestra al duque cabalgando por un extraño pasillo bordeado de personas mostrando sus nalgas. Es el llamado "desfile de los culos"

Durante su vida, Enrique fue uno de los hombres más poderosos de su tiempo en el que coincidió con el emperador Federico Barbarroja. Durante su gobierno, su territorio se extendía desde las costas de los mares del Norte y Báltico hasta los Alpes. Además de Schwerin, también fundó otras ciudades como Munich (1157) y Lübeck (1159). El monumento de 4,5 metros de altura fue inaugurado en 1995 para conmemorar el 800 aniversario de la muerte del duque. El encargado fue el satírico (y a menudo controvertido) artista alemán Peter Lenk. Como dijimos, los relieves de los cuatro lados del pilar nos llaman la atención por sus grotescos personajes y nos cuentan varios episodios de las conquistas del duque y una extraña escena que representa una fila de varios traseros desnudos. Es decir, una sucesión de "calvas" al paso del duque a caballo. Esta curiosa escena representa un hecho que supuestamente encontró Enrique durante una de sus campañas militares. Cuenta la leyenda que cuando Enrique el León llegó al pueblo de Bardowick, sus habitantes lo recibieron con los pantalones bajados para dejar al descubierto sus nalgas, formando este descorazonador "pasillo" para expresar su enojo por la política comercial del duque pues, durante el tiempo que gobernó en esta importante zona de la poderosa Liga Hanseatica, Enrique había promovido Schwerin y Lübeck como importantes lugares comerciales, lo que provocó que Bardowick perdiera su prestigio, causando el declive de esta localidad, lo que explica que sus ciudadanos le demostraran de esta peculiar manera todo su desprecio.