Paseando por la mezquita. (Córdoba, España)
Hoy
vamos a hablar de uno de esos monumentos de los cuales "uno tiene la obligación" de visitar en España , al menos una vez en su vida. Que conste que no me gusta esa coletilla de "la obligación". Parece que uno está obligado a realizar muchas cosas en la vida y eso causa un estrés insoportable . Además, nadie está obligado a visitar nada. Pero es cierto que si visitas Córdoba, es imperdonable que visites la Mezquita-Catedral. Si madrugas puedes hacer esta visita gratis. La verdad es que se trata de un edificio
fascinante tanto desde un punto de vista artístico, cómo también histórico. Lo más
llamativo, desde que uno entra en este impresionante edificio, es su grandioso bosque de columnas. Muchas de ellas
reutilizadas de edificios anteriores de origen romano y visigótico. La visita es,
desde luego, muy interesante para todo el mundo y también para los que buscamos
detalles curiosos, y aquí se encuentran algunos que vamos a detallar.
LA
COLUMNA DEL CAUTIVO
Hablábamos
de columnas, y este es el sitio más indicado para verlas: Como apuntábamos, hay
columnas romanas, visigóticas y propiamente árabes que sustentan bellos arcos
de herradura (invento visigodo) de franjas rojas y blancas. Cada columna es
diferente, en cuanto a su material, abundando el mármol de diversos colores y
texturas y también sus elaborados capiteles. Precisamente queremos detenernos
en una muy particular: La columna del
cautivo.
En
principio podría pasarnos desapercibida
pues no es muy llamativa. La columna está cerca de la entrada que da al
bello patio de los naranjos. Es de mármol negro como otras tantas ubicadas en
el edificio. Si nos acercamos veremos unas letras doradas embutidas en el mármol.
También observaremos una pequeña rejilla cuya función es evidente: Sirve para proteger del manoseo del curioso turista
(como nosotros) lo que se esconde debajo. ¿Y qué se esconde debajo? Tal vez la
leyenda sobre la rejilla nos aclare algo: “ESTE ES EL SANTO CRISTO QUE HIZO EL
CAVTIBO CON LA VÑA”. Y efectivamente, tras la rejilla, una tosca cruz ha sido
grabada. Junto a la columna existe un cartel del siglo XVIII que nos puede
aclarar algo más las cosas: “EL CAPTIBO CON GRAN FE / EN AQVESTE DURO MARMOL /
CON LA VÑA SEÑALO/ A CHRISTO CRVCIFICADO / SIENDO ESTA YGLESIA MESQUITA / DONDE
LO MARTIRIZARON”. El conjunto se completa con un retrato del supuesto cautivo,
de rodillas orando. En su libro Enigmas y
misterios de Córdoba, José Manuel Morales Gajete nos cuenta que “Nuestros
abuelos creían que si acercabas un mechero a la cara del cautivo, éste lloraba,
y por eso el hombrecillo tiene el rostro prácticamente borrado”
Por
supuesto toda esta historia está sustentada en una leyenda que se remonta al
tiempo de la Córdoba árabe: Había un joven cristiano frutero y que se enamoró de una bella mora que le
compraba fruta. Él la pidió en matrimonio y ella prometió convertirse al
cristianismo y hacerlo. Por desgracia, alguien dio el chivatazo y la noche en que iba a bautizarse, los soldados
le salieron al paso y tiraron su cuerpo al rio. Al joven le apresaron y le
ataron a una de las columnas de la mezquita. El cautivo se aburría y con su
(dura) uña rasgó una cruz en el mármol. Cuando los árabes se dieron cuenta,
ahorcaron al cautivo en uno de los arcos y luego lo tiraron, igual que su
prometida, al rio Guadalquivir.
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"Texto explicativo" del siglo XVIII |
EL BUEY REVENTADO
Junto al púlpito de la Capilla
Mayor en la parte “cristiana” de la Mezquita- Catedral nos encontramos una extraña
escultura. En ella se ve un toro blanco en una difícil postura y en la que
parece soportar todo el peso del púlpito. También parece que sus entrañas están
esparcidas por el suelo. A su lado se halla un águila negra. Su autor es el francés del
siglo XVIII afincado en Córdoba, Michel Verdiguier y nace de una curiosa leyenda popular que dice
que la imagen del toro del púlpito representa a un noble y poderoso buey blanco que vivió en el periodo de
construcción de la mezquita y explotado
por los aquellos malvados moros que aprovechando su gran fortaleza le obligaron a
acarrear todas y cada una de las
columnas que se utilizaron en la mezquita, que como vimos en el apartado
anterior se aprovecharon todas las de
los templos romanos e iglesias de los visigodos . En fin, el pobre animal hubo
de realizar tan enorme esfuerzo, que al descargar la última columna cayó al
suelo reventado, quedando muerto en el acto.
El cuanto
a la imagen del águila del púlpito, hay diversas opiniones. Unos consideran que
se trata de un ave carroñera que viene a devorar las entrañas del pobre animal y simbolizaría el mal (de ahí el color negro,
en contraposición del blanco del buey) y otros opinan que junto al buey, el
ángel y el león (que forman parte del otro basamento, también obra de
Verdiguier) serían los símbolos de los
cuatro evangelistas.
LA ESTRELLA DE LOS DESEOS
Es fácil que pase desapercibida por su pequeño tamaño. En el exterior de
la Mezquita-Catedral y en la esquina de la calle Torrijos, se encuentra
incrustada en la roca una pequeña estrella de cinco puntas. Los cordobeses
suelen tocarla al tiempo que piden un deseo.
En realidad se trata de un fósil del caparazón de un erizo de mar de la
especie Clypeaster.
Cuando se talló la piedra para construir el muro de la Mezquita, el pequeño
fósil no estaba visible. Posteriormente, tras la degradación de la piedra calcárea
salió a la luz y con el tiempo terminara desprendiéndose . Antes de que eso
ocurra habrá que tocarlo y…¡pedir un deseo!
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La estrella de los deseos |
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"Pidiendo un deseo" |
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