La casa de Peironcely, 10 (Madrid, España)





La famosa foto de Robert Capa (Agencia Magnum)

En el barrio de Entrevías en Vallecas hay una casa que no sobresale de entre las demás. Está situada 
en el número 10 de la calle Peironcely  y a primera vista es una de esas viviendas bajas de extrarradio que pudiera haber sido construida cuando en los años 50-60 acudieron a Madrid inmigrantes que acudían de todo el país buscando una vida mejor y que construían de la noche a la mañana sus “chabolas” imitando sus casas de La Mancha, Extremadura o Andalucía.
Sin embargo esta casa, que seguramente pasa desapercibida hasta para sus más cercanos vecinos, tiene una historia curiosa de contar.
En realidad, el inmueble fue construido en la década de los años 20 del pasado siglo y milagrosamente ha sobrevivido a varios planes de modernización del barrio que pasaba por la demolición de infraviviendas abundantes en la zona. Durante la Guerra Civil la casa estaba situada en pleno frente y toda aquella zona sufrió los estragos de los bombardeos y la metralla, en un intento de defender la ciudad en manos de los republicanos del avance de las tropas de Franco.
Y es en este momento histórico cuando la casa de Peironcely  toma protagonismo mundial gracias a una icónica fotografía de un reputado reportero gráfico de la Agencia Magnum.
Robert Capa fue un corresponsal de guerra que cubrió con su compañera sentimental  Gerda Taro, los principales eventos de esta guerra. Muy involucrado en la causa de la República, estuvo presente, desde ese lado, en los principales frentes de batalla. En el frente de Madrid tomó muchas fotos del conflicto desde su muy particular punto de vista. Uno de estos trabajos fue una fotografía en la que se puede ver a tres niños sentados hablando frente a su destrozada casa. Parecen mantenerse al margen del desastre y  la destrucción ocasionados por las consecuencias de la guerra.  La casa no es otra que la de Peironcely 10 y la foto de Capa  titulada “niños en Madrid” fue  portada del semanario suizo “Zürcher Illustrierte”  y esa imagen dio la vuelta al mundo.  La instantánea tomada en 1936 es un ícono de la fotografía  mundial, simbolizando el horror de la guerra y la vulnerabilidad de la infancia.
Pero toda moneda tiene dos caras. Sabemos que Capa era un poco “tramposo” en sus trabajos. Como ya ocurrió con el “soldado caído” (otra icónica foto de nuestro conflicto), Capa fue acusado por varios estudiosos e historiadores de haber manipulado este trabajo. La zona donde se tomó la fotografía era la primera línea del frente y los civiles, sencillamente, no podían permanecer en esta área. Era muy probable que él  pusiera allí a los niños y eso le permitió obtener una magnífica foto. Sea como fuere, lo cierto es que este trabajo le sirvió a Capa para obtener una buena reputación.
Después de la Guerra Civil, el inmueble, que en realidad es una comunidad de vecinos, se mantuvo en ruinas y fue abandonado durante casi una decana. En 1947, el dueño en ese momento, Hernán  Bartolomé vendió esta propiedad a Florencio Esteban López, quien decidió reparar los daños para luego vender las viviendas a particulares. Actualmente se divide en quince hogares que albergan a familias que viven en situaciones precarias graves y en condiciones de hacinamiento.
En el año 2010 la casa fue identificada como aquella donde Capa tomó su famosa fotografía. Por ese mismo motivo, los promotores de esta iniciativa solicitan protección para el edificio, adaptándolo como museo y reubicando y mejorando las condiciones de vida de las familias que viven actualmente en  este histórico edificio.

La casa durante la Guerra Civil (Biblioteca Nacional)





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Espacios comunes de la vivienda







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