La lista de Weidt. (Berlín, Alemania)




Todos conocemos la historia de Oskar Schindler, el famoso benefactor inmortalizado por la película de Spielberg, que ayudó a tantos judíos a librarse de las garras de la Gestapo y por tanto de una muerte más que segura. Pero hubo otros como él, que se jugaron el pellejo por salvar a muchas personas de ser deportadas a campos de exterminio como Auschwitz, Dachau o  Treblinka entre otros.
Uno de ellos fue Otto Weidt. Era miembro de una familia que  abrió un taller de cepillos y escobillas en 1936. En 1940 se trasladó al número 39 de Rosenthaler Straße, justo después de iniciada la Segunda Guerra Mundial. Sus productos debían ser muy apreciados pues se convirtió en proveedor del ejército alemán y parece que incluso se vendían como regalos de boda en el mercado negro.
El taller de Weidt empleaba a personas con discapacidad: ciegos y sordos, principalmente. Una especie de ONCE de aquella época para dar salida laboral a estas personas. Se daba la circunstancia que Weidt, pragmático hombre de negocios pero pacifista de corazón, odiaba a los nazis y sus ideas sobre la raza aria, el antisemitismo y la eugenesia y por ello decidió pasar a la acción decidiendo proteger a judíos ciegos y sordos empleándolos en su taller para protegerlos. Cuando los miembros de la Gestapo iban a buscar a sus empleados, los sobornaba con artículos de lujo que conseguía en el mercado negro. Al final de la guerra, cuando Hitler veía cerca su final, se decidió que Berlín debía ser una ciudad libre de judíos y por tanto se decretó su exterminio, Weidt los escondió en una habitación secreta detrás de un armario en su taller.
La labor humanitaria de Weidt continuó incluso después de la guerra, estableciendo un orfanato para los sobrevivientes de los campos de concentración.
El Museo Blindenwerkstatt Otto Weidt en memoria a su labor fue establecido por estudiantes de una universidad local de Berlín. Tras hallar el edificio, instalaron en 1999 una exposición llamada "Blind Trust" ("Confianza ciega"). Con la ayuda de una de las judías a quien Weidt había ayudado, las escritora Inge Deustschkron establecieron las bases para crear el museo en el mismo lugar donde se hallaba el antiguo taller. 
En el museo podemos observar las habitaciones tal como eran en los años en los cuales el taller funcionaba. Se exponen los cepillos y las máquinas necesarias para fabricarlos y también cuenta con fotografías, cartas  y documentos de aquella época. También se pueden observar las habitaciones donde fueron escondidos los trabajadores en aquella terrible fase final del conflicto.
El valor añadido a este espacio, aunque suene a tópico decirlo, es el verse trasladado a una convulsa época. Algo de aquello parece impregnar sus grises y tristes habitaciones. Es el deambular por las estancias de este pequeño museo, más que los objetos exhibidos, lo que nos hace imaginarnos la atmosfera de este lugar, en el que sus trabajadores vivirían con el miedo como inseparable compañero; el ver unos, oír otros, como los oficiales de la Gestapo entraban en el taller para llevárselos a un infierno más que seguro, certero.
                                                                          
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El Museo Otto Weidt está situado en el llamado "Dead Chicken Alley" ("El callejón del pollo muerto") donde se hallán otros hitos del turismo friki en Berlín como el Monster Kabinett o el Haus Schwarzenberg Street Art de los que daremos cuenta en este blog. La dirección es Rosenthaler Str. 39. La apertura es de 10 a 20 todos los días y la entrada es gratuita. 



Documento de una de las trabajadoras del taller

Son las estancias vacías más que los objetos , los que nos transportan a aquella convulsa época

Cepillos fabricados en el taller y una antigua factura


Maquinaria original (Thomas Quine - Creative Commons)
Fachada del taller de Otto Weidt (Jair Zagel-Creative Commons)


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