Sten Sture. El restaurante celda (Estocolmo, Suecia)

Entrada al café Sten Sture


Estocolmo, situada entre el mar Báltico y el lago Mälaren es una ciudad archipiélago en la que su trazado urbano se extiende en una miríada de islas. Sin embargo la ciudad vieja o su traducción literal Gamla Stan, en su origen estaba ubicada en la isla de Stadsholmen, unida por puentes al resto de las otras islas que la rodean. Esta pequeña primigenia ciudad insular  estaba y está, compuesta de estrechas calles, propias de una ciudad medieval. Algunas tan estrechas como Mårten Trotzigs Gränd o Percys Trappa, siendo esta última la que ahora constituye la entrada del famoso restaurante Aifur .Ya saben, ese típico sitio para turistas  en los  que te ponen un casco de vikingo mientras devoras un codillo asado a mordiscos acompañado de una "jarrota" de cerveza y el eructar no está mal visto. Pero, topicazos aparte, uno prefiere sitios, quizás no tan llamativos pero algo más auténticos. En el café restaurante Sten Sture, nombre que debe a un virrey sueco del siglo XV, también te puedes tomar una cerveza en un sitio fascinante y seguramente más barato que en el Aifur. Desgraciadamente los sitios auténticos son rara avis, sobre todo por culpa de los dichosos bocazas que lo van contando todo por ahí, (mea culpa) para que hordas de turistas busquen ese sitio especial. En fin, pese al marketing "boca a boca", si yo fuera el propietario intentaría obtener un rédito de ello. Tal vez sea  ese el motivo por el que últimamente el Sten Sture esté cerrado (coronavirus aparte) para iniciar un proceso de renovación del local que seguramente le otorgará un aspecto... "más medieval", más al estilo de Juego de Tronos y al mismo tiempo más convencional; pero, de esta manera, más vendible para el gran público. La decoración actual, todo hay que decirlo, es un poco un batiburrillo friki, que también persigue y explota ese pretendido estilo medieval, aunque de un modo más naif . Decoración aparte, la impresión que causa este sitio a pesar de su algo cutre y decadente aspecto es que aquí hay una historia que contar, y en efecto: justo en este lugar estaban ubicadas las mazmorras reales y allí en una de sus celdas, tal vez donde estás sentado, fue encarcelado el autor de la muerte del Rey Gustavo III. 
El regicidio ocurrió un 16 de marzo de 1792 cuando se celebraba un baile de máscaras en el Palacio de la Opera al que asistía el Rey. El asesino se las apañó para acercarse al monarca disparando a corta distancia. La munición iba acompañada de chatarra (trozos de madera y de plomo) con el objeto de causar el mayor daño posible. Pudo escapar pero fue arrestado al día siguiente. En primera estancia se confesó culpable, aunque negó que otros estuvieran al tanto de los planes del asesinato. Más tarde,al ser interrogado delató a sus cómplices. En efecto Anckarström, militar de ascendencia noble y temperamento violento fue la mano ejecutora de una conspiración en la que estaban implicados otros nobles como los condes Horn y Ribbing y en el que el general Karl Fredrik Pechlin fue el líder. El Rey, quien a través de un golpe de estado en 1772, gobernaba de un modo absolutista, era odiado por los nobles, pues en 1789 y con ayuda de los otros estamentos como el Ejercito y la Iglesia, les había arrebatado todo el poder. La ola revolucionaria que se extendía por entonces en toda Europa y que se había desencadenado por el estallido de la Revolución Francesa llevó  al monarca sueco a intervenir a favor de Luis XVIII que devolvía a Francia el orden del Antiguo Régimen . Los nobles intentaron sacar provecho de la situación, tildando a Gustavo III como un tirano y el complot se afianzó. No sirvió de mucho las reformas liberales que el monarca había instaurado. 
Hay que anotar que Gustavo III no era un rey muy popular, pues además de las razones aducidas anteriormente, había llevado al país a una guerra con Rusia que había debilitado las finanzas del país nórdico. Con su familia también tenía una mala relación y su matrimonio con Sofía Magdalena de Dinamarca nunca fue un unión feliz. Tuvo con ella dos hijos, el primero fue su heredero Gustavo IV y el otro murió al año siguiente de nacer. Incluso se llegó a rumorear que el heredero no era hijo suyo. Una de las curiosidades que se le atribuyen es el llamado experimento del café, una bebida que se empezó a hacer popular en Suecia por entonces. El Rey estaba convencido que el café era un veneno y decidió hacer un experimento con dos condenados a muerte que además eran gemelos, a los que indultó con la condición que uno de ellos tomara café todos los días y el otro solo bebiera té. Todo el proceso sería observado por un grupo de médicos que tomarían nota de la evolución de los hermanos. El experimento resultó un tremendo fracaso, pues primero murió el Rey, después fueron muriendo los médicos y por último, muchos años más tarde murieron los gemelos, primero el que bebía té y finalmente el consumidor de café. 
El asesinato del rey causó conmoción en su tiempo y pasó a formar parte de la memoria popular inspirando la ópera de Verdi Un baile de máscaras de 1859.

Frontispicio de la ópera de Verdi Un baile de máscaras
donde se describe el asesinato de Gustavo III (Dominio Público)




Gustavo III, rey de Suecia
(Dominio público)
Anckarström, su asesino 
(Dominio público)


Tras el disparo, alojado en la zona pulmonar, el rey sobrevivió unos días. De ser hoy en día, seguramente se habría salvado, pero en aquellos tiempos este tipo de heridas solían complicarse, sobre todo, debido a la infección posterior que solía aparecer y que era debido, en muchos casos, al desconocimiento de las medidas de higiene y por supuesto a la ausencia de antibióticos. Y así fue, tras unos días de agonía Gustavo III murió de sepsis (envenenamiento de la sangre) y pulmonía el 29 de marzo de 1792.
Anckarström fue encarcelado en las mazmorras que ahora ocupan el Sten Sture, justo en la celda que vemos en la foto adjunta, para seguidamente ser condenado a la pena de vergüenza (es decir, el cepo) siendo azotado públicamente en tres de las principales plazas de la ciudad. El odio hacia él era tan grande que algunos pagaron al azotador para que golpeara aún más fuerte. Finalmente se le amputó la mano derecha para luego ser decapitado y descuartizado.  
Pero volvamos al principio. Antes de ir a la picota, dijimos que Anckarström fue encarcelado en las mazmorras de la ciudad que estaban situadas en un lugar céntrico y disponían de túneles que conducían directamente al Palacio Real. Desde un principio observamos, por las empinadas escaleras que conducen al interior del local, que nos hallamos en un recinto muy antiguo. Y no estamos nada desencaminados, puesto que el origen de este lugar data del siglo XV y los arcos y bóvedas son las originales de aquella época. Como lugar subterráneo que es, las distintas estancias se fueron excavando a medida que iba creciendo la población reclusa. Durante un tiempo fue también un monasterio, volviendo más tarde a su función primitiva de prisión. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió como almacén del Ejercito Real.  La celda, de pequeñas dimensiones, que ocupaba Anckarström descrita como "acogedora" por la página web, se mantiene tal como era cuando fue ocupada por el reo. La decoración de las distintas estancias sigue el patrón de los tópicos para lo que se supone en este tipo de sitios en una extraña mezcla de objetos medievales, calaveras y antiguallas variadas. A pesar de ello, es fascinante visitar este tipo de lugares, fuera del circuito habitual y que poseen una indudable esencia histórica. No importando tanto el contenido, sino el continente, el Sten Sture de Gamla Stan, en el casco antiguo de Estocolmo, seguirá siendo un lugar especial al estar ubicado en las antiguas, frías y humedas mazmorras de la ciudad y supongo que uno de sus platos fuertes, aparte de las albóndigas tipo Ikea, salchichas de alce o tostas  de salmón junto con una buena cerveza es probar esas especialidades nórdicas, justo allí, en la celda donde estuvo preso, justo antes de ser ejecutado Johan Anckarström, el asesino de Gustavo III de Suecia. 

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El café-restaurante Sten Sture  está situado en la calle Trångsund 10, 111 29 de Estocolmo, Suecia




Stortorget, una de las plazas donde
 fue azotado públicamente

En la puerta, aparte de darnos  la bienvenida y nos informan 
que allí estuvo encerrado el asesino de Gustavo III de Suecia



Entrada a las cavernosas celdas






Diversas imágenes del local

Imagen de la máscara que llevaba Anckarström en el baile de máscaras, 
así como las pistolas, cuchillos e incluso la metralla para añadir a la munición
(foto LSH emseumplus.ish.se/ creative commons)

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