San Genadio y el ajedrez (Peñalba de Santiago, España)

 

San Genadio fue un religioso alto-medieval que vivió como ermitaño en el apartado Valle del Silencio que se situaba y se sigue situando en un rincón de El Bierzo en los Montes de León. Allí practicaba la meditación y también se le veía practicar un nuevo juego nunca visto anteriormente y que hoy,  a pesar de la tecnología, sigue siendo el juego de tablero más popular del mundo, el ajedrez. Derivado del Shatranj persa, fue introducido en el siglo IX por los árabes en España, y a partir de ahí comenzó a expandirse por los incipientes reinos cristianos del norte de España y posteriormente al resto de Europa. Puede decirse que ello fue gracias a las comunidades cristianas que habitaban la España Islámica; es decir los llamados mozárabes, que llegaron desde Al- Andalus  trayendo las costumbres islámicas, para repoblar esta desolada zona de repoblación, tierra de nadie que separaba el Emirato de Córdoba y el reino de Asturias que poco después, en tiempo aun de San Genadio, constituiría en 910 el futuro reino de León.

Esa influencia islámica se puede constatar, aún hoy en día, en los elementos arquitectónicos que adornan la iglesia prerrománica de Santiago de Peñalba donde, aparte de los llamativos arcos de herradura geminados de su acceso principal en el lado sur , herencia islámica procedente de los antiguos visigodos; también son visibles en la cúpula gallonada y en las pinturas califales, imitando falsos ladrillos similares a las de Medina Azahara. Esta iglesia formaba parte de un antiguo monasterio, ya desaparecido, donde habitaría San Genadio con otros 12 hermanos hasta su muerte en 936 tras renunciar como obispo de la diócesis de Astorga, cargo para el que fue nombrado por Alfonso III de Asturias y que mantuvo hasta el 920. Su labor como obispo nunca fue de su agrado, nombramiento que quizás se vio obligado aceptar, pues le interesaba más la vida contemplativa y eremítica. Por ello, una vez renunciado el cargo y sustituido por su discípulo Fortis; se retiró a Peñalba, pasando también largos ratos en una cueva situada en el llamado Valle del Silencio sobre el rio Oza. El origen de ese nombre, tal vez procede por una leyenda local en que se decía "las aguas del rio no murmuraban al pasar por la cueva". Se sabe por los escritos de sus discípulos que a San Genadio le gustaba pasar largas horas en meditación en este apartado lugar del que iba y venía desde el  próximo monasterio de Santiago de Peñalba situado a unos dos kilómetros de distancia. Le ayudaba a concentrarse jugar al ajedrez, este exótico y novedoso pasatiempo, importado de la Córdoba musulmana, que practicaba con los otros monjes y a los cuales exhortaba  a “ensayar este santo juego que les acerca más a Dios”. Por lo tanto puede considerarse a Genadio el artífice de la divulgación e introducción de este popular juego en el continente europeo y por ende en la civilización occidental que en su versión competitiva se ha puesto de moda últimamente tras la emisión de la serie Gambito de Dama en la plataforma Netflix. 

Lo más sorprendente, es que más allá de lo que pudiera ser una leyenda, aún se conservan como reliquias cuatro piezas talladas en hueso de cabra de este primitivo ajedrez a quienes los habitantes del lugar llamaban cariñosamente "los bolos del santo" por la forma de las figuras semejantes a los tradicionales trozos de madera alargada y base plana utilizados en la versión rural de este juego en algunas zonas del norte de España, especialmente en Cantabria. Se pueden datar a comienzos del siglo IX, (o tal vez, finales del VIII) pues son semejantes a las de la colección del ingeniero de sonido David Hafler de Filadelfia.  De estos "bolos" se tenía constancia desde antaño pero fue en 1843 cuando  Enrique Gil y Carrasco los menciona por primera vez en su libro Bosquejo de un viaje a una provincia de interior:  

“El vicario nos enseñó entre varias reliquias de San Genadio una especie de bolos con que el santo se entretenía en sus horas de recreo…

Gómez Moreno en Iglesias Mozárabes de 1919 los describe más minuciosamente

“En Santiago de Peñalba consérvanse, como de uso de san Genadio, a principios del siglo X, cuatro piezas de ajedrez de marfil: dos, bien grandes y rotas, forman por arriba una escotadura de lados convexos adornada con grupos de circulillos concéntricos; las otras, semejantes entre sí, aunque de tamaño desigual, son como semiesferas prolongadas en cilindros y con una o dos protuberancias en lo alto: son tipos conocidos. No parece inverosímil el origen que se les atribuye, y aun quizá el juego de ajedrez fue entretenimiento de los monjes aprendido en Andalucía”

Tras estos "avistamientos" las piezas de San Genadio volvieron a perderse, llegándose a pensar que aquello era más un mito que realidad hasta que un periodista leonés, Miguel Ángel Nepomuceno, tras más de 30 años tras su pista, consiguió tras muchas pesquisas, dar por fin con su paradero en la misma iglesia de Santiago en Peñalba y gracias a su párroco Carlos Fernández, las tenía bien custodiadas bajo llave en un pequeño cofre de madera de nogal. Se trata de cuatro piezas: un alfil, dos torres y un caballo. El alfil fue identificado en principio por un peón, debido a su limitada forma y altura, resultando finalmente un alfil al que se le habían cortado "rodajas", pues al ser consideradas como reliquias que estuvieron en contacto con el santo originó esta brutal costumbre. En cambio, lo que fue interpretado como alfil era  en realidad un caballo. Éste tiene igualmente forma cilíndrica con una especie de "pico" que lo identificaría más con un ave, siendo ésta la figura que mejor se conserva de las cuatro. De las dos torres, una de ellas está partida por la mitad y la otra, al que le falta un trozo de una de las caras, tiene una muesca en su parte superior en el que además encontramos un curioso dibujo de cuatro círculos rodeando a uno mayor con otro concéntrico. Identificadas en principio como en marfil, todas las piezas están talladas en hueso de cabra (o cuerno) y su apariencia se asemejaría más a madera barnizada que a cualquier otro material.

Estas piezas que de ser Gran Bretaña podrían admirarse en el British Museum o el Louvre, en el caso de Francia, actualmente se hallan paradero desconocido pero seguro en alguna iglesia o museo de la zona , tal vez Ponferrada o Astorga; esperando que algún día puedan ser admiradas por el gran público. Sería ésta la prueba palpable de otro gran legado cultural, aunque poco reconocido, en la que España una vez más fue pionera.



 

Las 4 piezas de ajedrez de San Genadio
Las piezas de San Genadio como se conservan en la actualidad (Foto de M.A. Nepomuceno)

          

Domo de la iglesia de Peñalba decorado con pinturas de la época de San Genadio.

Cueva donde se retiraba a meditar el santo.

Pinturas geométricas de clara raíz andalusí.

Acceso principal a la iglesia de Santiago, con doble arco de herradura. 

Imagen de San Genadio en la iglesia de Peñalba

Imagen moderna en madera de San Genadio dentro de la cueva del Valle del Silencio

Imagen panorámica de la cueva


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