Radiografía de una momia guanche (Madrid, España)




En el Museo Arqueológico de Madrid (MAN) hay expuesto un cadáver de un individuo de sexo masculino que parece dormir con aparente calma. De rasgos negroides y de una edad estimada de entre 35 y 40 años,  presenta una dentadura perfecta, sin perdida de piezas y ninguna caries, presumiendo, además, de una gran mata de pelo ensortijado,  la cual parece ser una peluca que se le ha pegado al cráneo, aunque se desconoce si se trataba de su propio cabello. Sus manos de largos dedos y sin callosidades nos cuentan que no realizó trabajos físicos de cierta dureza. Aunque no parece muy alto (1,62 m), se piensa que llegó a medir más de 1,70 metros. 
Procedente de las Islas Canarias, se supone que este personaje que vivió allá por el siglo XII está considerada  esta momia guanche como la mejor conservada del mundo. En un especial dedicado a este tipo de momias, aparece en la portada de la versión española de National Geographic, de Junio de 2021 y ampliamente divulgado en los medios de comunicación. También ha sido noticia últimamente debido a un estudio realizado por investigadores del MAN y del Hospital Universitario Quirón Salud de Madrid (Teresa Gómez, Javier Carrascoso y Silvia Badillo) a los que se le ha permitido realizar  una tomografía axial computarizada (TAC) a 20 momias, principalmente egipcias, y entre ellas, ésta procedente de las Islas Canarias. Gracias a este estudio se ha podido comprobar que nunca se le extrajeron las vísceras y que de hecho, conserva el cerebro y el resto de los órganos desecados. En el esqueleto se aprecia una leve escoliosis y en la columna lumbar una incipiente artrosis. Su dentadura, sin caries, lleva a la conclusión que su dieta era baja en azúcar y que a pesar de vivir en una isla se alimentaba básicamente de carne de cabra, oveja, cerdo y también de perro, incluyendo en ocasiones aves y lagartos. En este aspecto difiere de sus "primas" egipcias, cuyas piezas dentales distan mucho de estar en buen estado. Destaca, asimismo por su gran boca y sus gruesos labios, a pesar de estar desecados, lo que confirmaría el origen africano de su etnia, algo que ya había sido avalado por otros estudios acerca del origen de los antiguos habitantes canarios.  Aunque se considera la momia guanche mejor conservada, se ha encontrado en su piel, "grietas, fisuras, pequeños cortes y algunos orificios localizados en diversas zonas de la anatomía. Las grietas de mayor consideración son las de la nariz, las de los brazos, las del abdomen en la zona derecha de las costillas, la del muslo derecho y las de las piernas, especialmente la de la derecha". Confirma el estudio. También en el pecho se observa un parche de lo que parece ser piel de oveja o cabra, lo cual sugiere que pudo añadirse después de su llegada a Madrid. Se utilizarían para ello las pieles de los fardos donde iba envuelta. Ello se deduce de los pelos de cabra que se han encontrado adheridos a la piel del individuo, cuyo color rojizo  la  en algunas zonas parece sugerir que se pudieran utilizar algunos ungüentos propios de la ceremonia de la momificación.



La TAC practicada a la momia guanche ha sido ampliamente reflejada
en la prensa, como en este recorte de el periódico El Mundo



En la zona del pecho se observa un "parche" añadido de piel caprina (Foto: Fernando Velasco, MAN)

Conserva todas las uñas, tanto de las manos como de los píes, llamando la atención una tira que une los dedos del píe: "Para lograr colocar sus extremidades superiores tan próximas al tórax, las manos de tal modo sobre los muslos y las piernas juntas y paralelas, así como los pies yuxtapuestos, tuvieron que usar unas ligaduras que no han dejado huellas aparentes en la piel. Solo se ha conservado el fino cordón que une los dedos de los pies". Prosigue el informe. En la tomografía también se aprecia un alambre que atraviesa el abdomen y posiblemente fuera utilizado con fines expositivos relacionados con la manera de exponer estas momias de forma similar a como eran encontradas en las cuevas, apoyadas en las paredes. 


Detalle del cordón que une los dedos de
los pies (Foto: Fernando Velasco, MAN)

Imagen de la TC del cráneo. A la izquierda, imagen axial con el cerebro desecado
en la porción declive posterior y derecha. A la derecha, imagen 3D
 observándose los restos del cerebro desecado (Fuente: MAN. Autor  HUQS)




 Fotografía de la momia guanche del MAN comparada con reconstrucciones
 3D realizadas en el TC la misma posición. (Fuente: MAN. Autor  HUQS)

También se señala la existencia de un orificio en el ano y glúteo, tal vez debido a una descomposición producida por las bacterias que existen en esta zona. A través de ese orificio se introdujeron paquetes con minerales triturados: quizás piedra pómez u otros materiales como tierra, arena, picón, etc. que pudieran añadirse durante el embalsamamiento.   Este ritual no era igual en todas las tribus pues en algunos casos se procedía a retirar las vísceras y en otros, como es evidente en este caso, no se realizó. El procedimiento habitual de secado era exponer el cadáver al sol, dando la vuelta al cuerpo y continuándose por la noche con hogueras y ahumado del cuerpo. Todo este proceso podría llevar unos quince días, un tiempo mucho menor al que era requerido para las momias egipcias. 
El descubrimiento y traslado de la momia guanche también es una historia rocambolesca digna de relatar: El cuerpo fue hallado en la llamada "Cueva de las mil momias" en el Barranco de Herques en el sureste de la isla de Tenerife hacía 1763-1764. A pesar de las prospecciones arqueológicas en las laderas de este barranco, el lugar donde se situaba esta cueva, no ha sido hallado aún. Así lo relatan las crónicas de aquella época:

«En un risco muy alto está una cueba en la que habiendo ido con otros de Güímar D. Luís Román entraron en una cueba muy grande la que llenaron de hachos de tea o de fuego más de dosientos, para ber bien lo que estava dentro y hallaron muchos cuerpos de guanches, que allí debía de ser el lugar del entierro y que estaba alrededor a los lados de la cueba muchos como andamios, a modo de tiendas, de palos de savina y en aquellos andamios estavan los cuerpos de los guanches tendidos, mirlados […] Uno de estos cuerpos, el más perfecionado que ni aun la punta de la naris le faltava, lo mandaron a un caxón bien ajustado con lana a D. Francisco Machado, regidor, hijo de Albaro Yanes Machado y cuñado del dicho D. Gabriel [Román, hermano de Luís], que está en la Corte, para que se bea como ay cuerpos conserbados al cabo de tantos años» (Anchieta, y Alarcón, 1774)

La momia llegó a Madrid en agosto de 1764. En un principio estuvo en la casa del regidor Francisco Machado y posteriormente en la Biblioteca Real. El 28 de septiembre de 1776, todo lo que se conservaba allí pasó a engrosar  el Real Gabinete de Historia Natural, fundado por Carlos III en 1771, precedente del actual museo de Ciencias Naturales. Allí llegaron también  otras dos momias guanches, una en 1776 y otra en 1777 y de las que nada se ha vuelto a saber. La momia estuvo expuesta en La Exposición Universal de París de 1878. En 1895 pasó a otro interesante gabinete; el del doctor Velasco, germen de lo que hoy es el interesante Museo Nacional de Antropología, donde estuvo alojada hasta su actual ubicación en el Museo Arqueológico Nacional desde 2015. Allí, es la pieza principal de la sala dedicada a la prehistoria de las Islas Canarias. En 2010, cuando aún se hallaba en el museo fundado por el doctor Velasco, el cuerpo del antiguo guanche estuvo a punto de volver a Tenerife, debido a que la Comisión de Cultura  del Congreso de los Diputados aprobó  su traslado a Canarias. No obstante, el mismo Congreso rechazó este traslado por el riesgo que se asumiría para proteger la momia. Éste es el motivo por el que aún está expuesta en el MAN, y como otras piezas muy representativas de este museo (Dama de Elche o la Dama de Baza) que representan a todos los españoles, podrían ser dispersadas por todo el territorio, de salir adelante este tipo de propuestas.  Tal vez se encuentre esa cueva de las mil momias y los canarios, especialmente los tinerfeños puedan disfrutar de ese maravilloso legado y esperemos que Madrid sea el último destino y se permita al antiguo guanche descansar finalmente en esta ciudad. 

Portada de National Geographic España dedicado a las momias guanches. 

Fotografía realizada a la momia durante la Exposición
Universal de París de 1878.(Foto: MNA. Autor: Alejandro Pardo Miró)
 



Detalle de los pies








El antiguo guanche parece dormir dentro de su vitrina





detalle de la mano derecha donde se aprecian sus largos y finos dedos




La momia del Barranco de Herques es una de las atracciones del MAN

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La momia del Barranco de Herques o momia guanche se puede visitar en el Museo  Arqueológico Nacional dentro de su exposición permanente en la sala dedicada a la prehistoria de las Islas Canarias.  Calle de Serrano, 13, 28001 Madrid

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