Radiografía de una momia guanche (Madrid, España)

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La TAC practicada a la momia guanche ha sido ampliamente reflejada en la prensa, como en este recorte de el periódico El Mundo |
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En la zona del pecho se observa un "parche" añadido de piel caprina (Foto: Fernando Velasco, MAN) |
Conserva todas las uñas, tanto de las manos como de los píes, llamando la atención una tira que une los dedos del píe: "Para lograr colocar sus extremidades superiores tan próximas al tórax, las manos de tal modo sobre los muslos y las piernas juntas y paralelas, así como los pies yuxtapuestos, tuvieron que usar unas ligaduras que no han dejado huellas aparentes en la piel. Solo se ha conservado el fino cordón que une los dedos de los pies". Prosigue el informe. En la tomografía también se aprecia un alambre que atraviesa el abdomen y posiblemente fuera utilizado con fines expositivos relacionados con la manera de exponer estas momias de forma similar a como eran encontradas en las cuevas, apoyadas en las paredes.
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Detalle del cordón que une los dedos de los pies (Foto: Fernando Velasco, MAN) |
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Fotografía de la momia guanche del MAN comparada con reconstrucciones 3D realizadas en el TC la misma posición. (Fuente: MAN. Autor HUQS) |
También se señala la existencia de un orificio en el ano y glúteo, tal vez debido a una descomposición producida por las bacterias que existen en esta zona. A través de ese orificio se introdujeron paquetes con minerales triturados: quizás piedra pómez u otros materiales como tierra, arena, picón, etc. que pudieran añadirse durante el embalsamamiento. Este ritual no era igual en todas las tribus pues en algunos casos se procedía a retirar las vísceras y en otros, como es evidente en este caso, no se realizó. El procedimiento habitual de secado era exponer el cadáver al sol, dando la vuelta al cuerpo y continuándose por la noche con hogueras y ahumado del cuerpo. Todo este proceso podría llevar unos quince días, un tiempo mucho menor al que era requerido para las momias egipcias.
«En un risco muy alto está una cueba en la que habiendo ido con otros de Güímar D. Luís Román entraron en una cueba muy grande la que llenaron de hachos de tea o de fuego más de dosientos, para ber bien lo que estava dentro y hallaron muchos cuerpos de guanches, que allí debía de ser el lugar del entierro y que estaba alrededor a los lados de la cueba muchos como andamios, a modo de tiendas, de palos de savina y en aquellos andamios estavan los cuerpos de los guanches tendidos, mirlados […] Uno de estos cuerpos, el más perfecionado que ni aun la punta de la naris le faltava, lo mandaron a un caxón bien ajustado con lana a D. Francisco Machado, regidor, hijo de Albaro Yanes Machado y cuñado del dicho D. Gabriel [Román, hermano de Luís], que está en la Corte, para que se bea como ay cuerpos conserbados al cabo de tantos años» (Anchieta, y Alarcón, 1774)
La momia llegó a Madrid en agosto de 1764. En un principio estuvo en la casa del regidor Francisco Machado y posteriormente en la Biblioteca Real. El 28 de septiembre de 1776, todo lo que se conservaba allí pasó a engrosar el Real Gabinete de Historia Natural, fundado por Carlos III en 1771, precedente del actual museo de Ciencias Naturales. Allí llegaron también otras dos momias guanches, una en 1776 y otra en 1777 y de las que nada se ha vuelto a saber. La momia estuvo expuesta en La Exposición Universal de París de 1878. En 1895 pasó a otro interesante gabinete; el del doctor Velasco, germen de lo que hoy es el interesante Museo Nacional de Antropología, donde estuvo alojada hasta su actual ubicación en el Museo Arqueológico Nacional desde 2015. Allí, es la pieza principal de la sala dedicada a la prehistoria de las Islas Canarias. En 2010, cuando aún se hallaba en el museo fundado por el doctor Velasco, el cuerpo del antiguo guanche estuvo a punto de volver a Tenerife, debido a que la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó su traslado a Canarias. No obstante, el mismo Congreso rechazó este traslado por el riesgo que se asumiría para proteger la momia. Éste es el motivo por el que aún está expuesta en el MAN, y como otras piezas muy representativas de este museo (Dama de Elche o la Dama de Baza) que representan a todos los españoles, podrían ser dispersadas por todo el territorio, de salir adelante este tipo de propuestas. Tal vez se encuentre esa cueva de las mil momias y los canarios, especialmente los tinerfeños puedan disfrutar de ese maravilloso legado y esperemos que Madrid sea el último destino y se permita al antiguo guanche descansar finalmente en esta ciudad.
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Detalle de los pies |
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El antiguo guanche parece dormir dentro de su vitrina |
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